domingo, 29 de abril de 2007

La era del ladrillo toca techo

La caída en Bolsa de las inmobiliarias conmociona a un sector que frena su crecimiento

LUIS DONCEL - Madrid - 29/04/2007
El país

Las palabras burbuja y pinchazo deben de haber sido esta semana las más pronunciadas en las habituales conversaciones sobre precios de pisos e hipotecas. El desplome en la cotización de las principales inmobiliarias el pasado martes refleja la sobrevaloración de unas empresas que, en algunos casos, habían registrado crecimientos anuales de más del 1.000%. Pero esto no es todo. Factores como la desaceleración del precio de la vivienda, con un crecimiento de sólo el 7,2%, y la subida continuada durante los últimos 18 meses de los tipos de interés conducen a la misma pregunta: ¿ha terminado, por fin, el boom inmobiliario?

Todos los expertos coinciden en deslindar lo ocurrido el martes en la Bolsa -un pánico en cadena generado por el derrumbe de la valenciana Astroc, que en una semana perdió dos terceras partes de su valor- de la evolución del sector inmobiliario real. Lo primero representa la explosión de "la burbuja de la burbuja", según las palabras de un analista; lo segundo responde a un panorama en el que el ritmo imparable de construcción de viviendas, unas 750.000 anuales durante la última década, ha acabado por saturar un mercado que ya parece estancado. Y los primeros en abandonarlo son los que habían invertido para especular, que son un tercio de los compradores totales de los últimos años.

Los expertos no prevén una crisis inmediata. Para que ésta llegara, debería caer en picado el empleo, algo que no se vislumbra. "Es muy difícil una catástrofe en un sector en el que el 90% de los activos está en manos de los particulares", apunta un analista.

En lugar del temido derrumbe, estamos ante una desaceleración de los precios que podría convertirse en un año en un estancamiento en términos reales. Es lo que predice el economista Julio Rodríguez, que compara esta situación con la vivida hace un año en Estados Unidos. La subida de tipos decidida por la Reserva Federal hizo que las viviendas iniciadas cayeran un 30%. Algo que no vendría mal en un país como España, donde el año pasado se iniciaron 800.000 viviendas y se vendieron 400.000 de nueva construcción.El fin del 'boom' inmobiliario
CUATRO PREGUNTAS (Y RESPUESTAS) CLAVE

1. ¿Me va a afectar el desplome bursátil?

No, al menos por ahora. Eso, claro, suponiendo que usted no tenga acciones de las empresas que han caído. El derrumbe de Astroc, que venía de la semana anterior, arrastró el lunes a las inmobiliarias moderadamente, y el martes con una violencia que redujo el valor de la mayoría por encima del 10%. Entre las más afectadas, Colonial y Urbas, que cedieron más del 12,5%.

El miedo prendió y, con las inmobiliarias, también perdieron posiciones constructoras como Sacyr y FCC, y bancos como Bankinter y el Popular. Desde entonces, la foto del martes se ha mantenido fija en lo esencial.

Según los analistas de Inversis, el mercado extrapoló la situación de Astroc, entidad a la que califican de "opaca", por lo que el virus se extendió al resto del negocio inmobiliario, al financiero e incluso a valores sin relación con el sector. Pero todos los consultados aseguran que las veleidades bursátiles no afectarán a la parte más terrenal del sector.

El gestor de fondos Patrick Sumner califica de "necesaria corrección" lo ocurrido, y asegura que el pequeño inversor que se había sumado a la euforia inmobiliaria ahora la abandonará.

2. ¿Es buen momento para vender?

Sí, cuanto antes mejor. Y si usted está pensando en comprarse una vivienda, sería aconsejable que esperara una temporada. Según los expertos consultados, si sumamos a la progresiva desaceleración de los precios el cada vez mayor endeudamiento de las familias, tendremos un panorama en el que aparecerán buenas oportunidades de compra. Y es que desde 1999 los españoles han casi triplicado su deuda con las entidades de crédito, hasta llegar a los 832.000 millones de euros del año pasado. Más del 90% de estos números rojos responden a la compra de una vivienda.

El asesor inmobiliario José Barta da una respuesta muy clara. "Un amigo que quiere vender su piso me preguntó si debía aceptar un precio un 5% inferior al que pedía. Yo le he respondido sin dudar que lo haga. Los vendedores van a tener que ajustar su oferta porque se presentarán situaciones con propietarios que tengan la necesidad de vender para conseguir liquidez".

El mismo consejo, pero a los que están al otro lado de la chequera, lo da el profesor José Manuel Naredo: "No parece un buen momento para comprar; es mucho más interesante alquilar".

3. ¿Hasta dónde va a llegar mi hipoteca?

Una persona que en abril de 2006 pagara 600 euros de cuota por su hipoteca a 25 años se deja hoy cada mes 670. Un 15% más en 12 meses. Y desde Francfort siguen sonando cánticos para aumentar los tipos de interés un poco más. Todos los analistas están convencidos de que Jean Claude Trichet, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), subirá en julio un cuarto de punto para dejar los tipos en el 4%. Y casi todos apuntan a que a finales de año lo hará una vez más. Ahí llegará hasta el 4,25%.

¿Afectarán estas subidas al Euríbor, el tipo de cambio al que casi todo el mundo tiene referenciado sus hipotecas, que ya ha alcanzado el 4,3%? No, porque las revisiones de los tipos de interés ya están descontadas en el Euríbor actual.

Este índice recoge

la expectativa de lo que va a hacer el BCE. Fernando Hernández, de Inversis Banco, es de los que creen que Trichet dejará el tipo a finales de año en el 4,25%, ya que la zona euro no tiene serios problemas de inflación y la economía europea continúa fuerte. Si tiene razón, el Euríbor podrá subir ligeramente; si no, incluso podría bajar algo. La duda queda sobre su comportamiento del año que viene.

4. ¿En qué se nota el fin del 'boom'?

El síntoma más evidente es que los carteles de se vende pasan cada vez más tiempo colgados sin que nadie los retire. "Hace poco, las nuevas promociones se vendían sobre los planos; ahora, las inmobiliarias hacen regalos mejores cada día para atraer compradores", asegura el profesor de la Politécnica de Barcelona José Manuel Naredo. Y es que las ventas desde el verano han caído un 25%.

Ésta es la señal más clara, pero hay otras que demuestran cómo la pasión por el ladrillo que en la última década triplicó el precio del metro cuadrado está de retirada. Como las hipotecas inmobiliarias, que han crecido menos del 11%, mientras que hace un año lo hicieron un 26%. O las nuevas operaciones formalizadas, que a partir de septiembre de 2006 cayeron un 4,5%; y en los dos primeros meses de este año lo han hecho un poco más.

Y un último apunte. Naredo también recuerda que los principales empresarios del sector, como Florentino Pérez, presidente de ACS, diversificaron el año pasado su actividad hacia otros sectores. "Salieron porque sabían que la coyuntura iba a cambiar de tendencia; y en su lugar entraron otros inversores menos advertidos".

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